sábado, octubre 29, 2005

Lust for life.

Tenemos urgencias, amores que matan, tenemos silencio, tabaco, razones, tenemos Venecia, tenemos Manhattan, tenemos cenizas de revoluciones.
Más de cien palabras, más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos, más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos talones de Aquiles sin fondos, ropa de domingo, ninguna bandera, nubes de verano, guerras de Macondo, setas en noviembre, fiebre de primavera.
Tenemos el mal de la melancolía, la sed y la rabia, el ruido y las nueces, tenemos el agua y, dos veces al día, el santo milagro del pan y los peces.
Tenemos naufragios soñados en playas de islotes son nombre ni ley ni rutina, tenemos heridas, tenemos medallas, laureles de gloria, coronas de espinas.
Tenemos proyectos que se marchitaron, crímenes perfectos que no cometimos, retratos de novias que nos olvidaron, y un alma en oferta que nunca vendimos. (Joaquín S.)

jueves, octubre 27, 2005

Día de furia.

Sr Almacenero de la calle Riobamba y Marcelo T de Alvear:
A juzgar por su apariencia, bien podría ud ser el doble de riesgo del viejo que actúa en la versión cinematográfica de "A christmas carol" de Charles Dickens. Usted parece un avaro, explotador y amargado. Y sus uñas están largas y sucias. El queso roquefort, irónicamente, parecía estar podrido por demás. Y el pan que insistía en venderme estaba casi-petrificado. Sí, esas bolsas que están TAN cercanas al suelo.
Mientras esperaba eternamente el 124 en una plaza en el medio de ningún lado, y mientras me cuestionaba la posibilidad de que usted hubiera aislado Penicillium del borde inferior de la cortina de su bañadera e incubado el mismo en un queso entre la ropa sucia...simplemente quería ser otra persona.
NO quiero pronunciar una palabra hasta mañana por la mañana.

sábado, octubre 22, 2005

Pa fuera telarañas.

Bien podría perderte. Dejarte caer y abandonarte a la merced del viento. Sería ideal una isla lejana escondida entre otras cien islas. Ojalá, entonces, creara un software que simulara tu cotidianeidad. Nunca lo notarías. Un lugar donde tus pasos comprimidos se sintieran as real as hell. Donde pudieras ir al mismo supermercado de siempre, frizar tus mil empanadas, hablar por teléfono abusándote de que nadie te ve y continuar esos aburridos rituales de piel.
Que pase el siguiente.